sábado, 22 de enero de 2011

Sexo, afecto, compañía.

Una mujer en Corea
se ha casado consigo misma,

con papeles y todo.

Me recuerda a Maite,
la peregrina,
que entrando
en la iglesia de Canaan en Galilea,
nos sugirió a JoseMi y a mí
que podíamos casarnos...
con nosotros mismos.

Suena raro, de entrada.
Como si lo que me va a completar estuviera fuera.
Y entonces? Algo no cuadra...

Hay mucho interés, eso es cierto,
del sistema de dominación patriarcal
en su versión actualizada capital.ista
o lo que es lo mismo, diner.ista,
en hacernos creer que
lo que nos va a cargar la batería está fuera,

allende.

Y por eso nos en.ajenamos,
por una buena causa:
no hay cosa más rica en esta vida que sentir
la plenitud de tener la batería llena.


Pero, ¿y si hubiera otra manera de cargar y arrancar
además de depender de otra batería y las pinzas...?


El capi (tan.listo) nos hace trampa...
y va arrimando el ascua a su sardina monetaria.
¿No te sientes plena con tu media naranja?
Será que te falta la hipoteca.
Luego... será que te faltan l@s retoñ@s.
A millón la fecundación.
Más tarde... claro, es que no cabéis,
cambia el coche y la hipo-casa.

Y ahora... ¿qué pasa?
¿Se ha acabado el sexo? Es el estrés.
Con tanto mover dinero, no me extraña.
El amor exprimido no sabe a nada.

Opciones: bla-bla-blá, follamig@s, prosti-sex,
y si no... ¡cambio de pareja!
y a la casilla de salida.

¿A ver si va a ser como con la naturaleza...?
Hace años gritábamos:
"No queremos medio ambiente,
lo queremos entero"

¿Y si no quiero ser media naranja?
¿Y si me entero de que ya era entera?
Y si me tenían engañada...
Nos ocultan las formas de generar energía,
lo que no pase por el tubo del capital.

Así nunca satisfaces tu necesidad
y vives dependiente, alguien.nada.

Volviendo a la boda del milagro,
se dice, se cuenta...
que tanta preocupación
porque el vino se había acabado
hace sospechar que María era anfitriona,
y no sólo invitada,
y que el que casaba era el propio Jesús.

Y volviendo a Corea...
Yo, de momento,
no necesito los papeles.

Nercesitar, necesito...
sexo, afecto y compañia.
Y lo voy resolviendo a mi manera.
Me lo pido, y me lo doy.
Asi de sencillo.

Un concierto, una cervecita, un orgasmo, otro...
Mucha intimidad. Risas. Planes. Viajes. Coleguitas.
Mucho compartir, mucho celebrar.

Vivo un amor rico,
que día a día
se va haciendo más intenso y profundo.


De momento,
me bast@ y me sobr@.

5 comentarios:

  1. Qué bonitoooo! Me ha encantado, inspirado, aclarado... Espero que no necesites otros quince años para escribir más cosas en esta línea. Necesitamos desmontar el mito del amor perfecto, el príncipe azul y la media naranja; necesitamos trabajar en la línea de los amores múltiples. El amor es como la leche materna, cuanto más se da, más se produce. Pero, por supuesto, si no te amas, si no te cuidas, poco amor podrás derramar.

    ResponderEliminar
  2. Sí, realmente "me basto y me sobra", porque..."el amor exprimido sabe a nada".

    Me gustó.

    Álbida.

    ResponderEliminar
  3. Me gustó mucho, gracias por compartir, realmente me encanto!!! Abrazo Leire, desde Lucero de México.

    ResponderEliminar
  4. Casarnos con nosotras mismas (o vosotros mismos) es un ejercicio saludable. No importan los papeles. Pero sí nos ayudan algunos ritos, rituales, formas de tomar conciencia...
    Leire, me ha gustado mucho. Son palabras con semilla. En tu línea. Abrazo.

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué buena gente sois! Creo que vamos por buen camino. Me gusta sentirme bien conmigo misma y... lo mejor de todo.. ¡la compañía! Me llenáis de energía, Un fuerte abrazo, Leire.

    ResponderEliminar